Es casi de noche ya y
sigo buscando manzanas
en un árbol de naranjas,
donde solo hay flores secas
esperando que el viento les de vueltas.
Se hace tarde ya y
no puedo olvidar su mirada fugaz,
tampoco los colores que usaba
para dibujar mis sonrisas al azar.
Se apaga el día y
sigo buscando manzanas
en un árbol de naranjas,
sigo recordando las palabras
dichas una vez y jamás
repetidas otra vez.
Porque así es el amor
una búsqueda constante de lo
que nos falta
y al final se resume
en una mirada.