sábado, 23 de marzo de 2013

Lo que somos.

     Somos perfectos en el verso en el que termina un beso, somos todo y nada, somos una conspiración de palabras donde el amor no alcanza y por eso canta, canta en el día y en la madrugada, donde las miradas son tantas y los besos son consecuencia de una dualidad seguida, donde la vida va deprisa.

     Nos definen los detalles, como si fuéramos amantes con sueños fugaces en medio de un trance específico en el que tenemos un tema en común. Somos sueños encontrados en la búsqueda de la felicidad, la que no existe sin un poco de frialdad, porque las estrellas no pueden brillar sin oscuridad. Somos momentos eternos que terminan en un beso, somos miradas infinitas que no se olvidan, somos estrellas que cada noche brillan y brillan.

     Cada sueño trae consigo un esfuerzo y un valiente que un día se aburrió de olvidar y empezó a amar, empezó a sentir como era vivir con un dolor como el desamor, con una felicidad como el perdón, y en el corazón descubrió que vale más sentir una vez, que tratar de ignorar lo que no se puede olvidar.

     Somos riesgos que el tiempo unió en un momento, como una constelación de estrellas, ahí se detuvo el tiempo, en una complicidad constante donde el amor nos deja hacer arte, en el principio de amarte.